Conferencia impartida por el Prof. Dr. D. José Antonio FLÓREZ LOZANO. Académico Correspondiente. Catedrático de Universidad de Oviedo.
Presentación de la sesión y del conferenciante por el Dr. Alberto JUFFÉ STEIN, Secretario General
RESUMEN
La comunicación con el paciente es el medicamento esencial para la felicidad. Nuestro cerebro tiene hambre de comunicación, de caras risueñas, de ojos compasivos y de un tono afectivo. El humanismo en términos generales se define como “actitud centrada en el interés de lo humano, en el pleno desarrollo y bienestar de lo que el hombre sencillamente es”. En la clínica actual, la comunicación y, en especial, el lenguaje del gesto está siendo reemplazado por el de las máquinas; vivimos en una orgía digital, donde hasta el pensamiento se digitaliza, tal vez el “homo sapiens haya sido sustituido por el homo digitalis”. El vertiginoso progreso de la tecnociencia durante el presente siglo ha conducido a una profunda transformación de la praxis clínica. Ofrecer al paciente un trato humanitario y de alta calidad no sólo es un compromiso ético de la profesión sanitaria, sino que, además, resulta de gran utilidad para poder diseñar mejor los procesos terapéuticos y asistenciales en la dirección de las necesidades reales de cada enfermo y también, para lograr una mayor comprensión y adhesión al tratamiento por parte del paciente. Por eso, escuchar con atención a un enfermo, aunque sea durante un minuto, es el mejor regalo que le podemos hacer y uno de los indicadores determinantes de la actitud humanitaria. El humanismo es, pues, una corriente filosófica centrada en el conocimiento del ser humano y la exaltación de sus valores. El avance del conocimiento y de las nuevas biotecnologías, especialmente en las últimas décadas, han propiciado un desapego mayor ante el enfermo (despersonalización) y un triunfalismo con respecto al control y curación de las enfermedades. Contemplar, atender, escuchar, cuidar y comprender al ser humano como una auténtica obra de arte, puede provocar esa fuente de satisfacción interna que algunos profesionales sanitarios han perdido. Humanizar es sencillamente adaptar la Medicina al hombre. Y ello es perfectamente posible con voluntad, sencillez, humildad y capacidad de aprendizaje de estos comportamientos que apuntalan la comunicación con el ser humano. Como decía Huxley, “existe, al menos, un rincón del universo que con toda seguridad puedes mejorar” ¡Y eres tú mismo!
ENTRADA PÚBLICA